Para
debatir y opinar
APUNTES
PARA UN NUEVO CONTRATO SOCIAL
Una
propuesta de ACT
La unión en un frente
común que de respuestas a las necesidades reales de la gente no
podrá realizarse hasta que no se cambie el modelo de relación entre
las distintas organizaciones y dado que el factor humano es
determinante, el cambio debe ir precedido en una nueva actitud de las
personas.
En la práctica, cada
organización o grupo busca la unión en función de sus respectivos
posicionamientos, sin embargo el modelo de relación no debe
continuar siendo dependiente sino interdependiente.
Este nuevo marco de
negociación exige unas cuotas mayores de generosidad de las partes
para equilibrar aspectos cualitativos y cuantitativos: no siempre
las mejores ideas se producen en el seno de las organizaciones más
numerosas, pero ninguna buena idea prospera sin más si no es asumida
y defendida por un número significativo de personas agrupadas en
torno a una organización o movimiento medianamente estructurados.
La práctica totalidad de
las organizaciones, partidos, sindicatos, movimientos sociales y
personas que abogan por la necesaria unión de la izquierda para
formar un bloque histórico comparten visión y misión: La
Visión de una sociedad justa a la medida del ser humano y la Misión
de luchar para llegar a ella.
Siendo la coincidencia un
buen principio (Visión y Misión que mucha gente que no se significa
necesariamente como izquierdista comparte), los desencuentros se
producen en la definición de los objetivos y el despliegue de las
tácticas.
Sería de una inocencia
peligrosa creer que los desencuentros no son promovidos y agudizados
con ingentes medios y abrumadora frecuencia y presencia por quienes
no quieren que esa unión se produzca porque pondría en jaque sus
privilegios centenarios. En esa labor, lamentablemente, también se
encuentran algunos de los que se consideran “izquierdistas de toda
la vida”.
Los ideales de la
Izquierda se construyeron a partir de las necesidades milenarias de
los seres humanos más débiles pero tomaron cuerpo doctrinario a
partir de los pensadores y operadores que establecieron un discurso,
se fijaron metas acordes con cada momento histórico y se
establecieron unos métodos científicos comunes para llevarlos a
cabo. Eso supuso el paso de “ideales” a “ideología”.
Lo que hasta ayer
enunciábamos como posible amenaza ya es un riesgo cierto: la extrema
derecha está en los parlamentos nacionales y regionales.
No lo ha hecho pistola en mano, sino con votos
y con una abstención que quiso ser denuncia y se convirtió en
cómplice.
Los movimientos sociales
no sólo se han movilizado, también han documentado sus demandas y
ya han escrito su programa político.
Las exigencias de la Marea
Blanca y plataformas de profesionales y usuarios en materia de
Sanidad, la Plataforma de Jubilados y Pensionistas, Estudiantes,
Plataformas Antidesahucios, Taxistas, Investigadores científicos,
las Marchas de la Dignidad o No +Precariedad, por citar algunos
ejemplos han expuesto y dejado negro sobre banco cuáles sobre sus
reivindicaciones.
Han sabido, desde lo
específico y puntual, establecer unos principios y unas líneas de
actuación comunes a toda la ciudadanía que quiere acabar con los
privilegios de unos pocos frente al empobrecimiento de la inmensa
mayoría social.
Este empoderamiento de la
sociedad sólo será efectivo si hay partidos políticos que estén a
la altura de las circunstancias que recoja con valentía, honestidad
y compromiso lo que la gente les exige o que sepan superar la mirada
corta, el interés partidario y los protagonismos y se comprometan a
establecer una alianza de progreso y bienestar para el pueblo .
ACT